Bueno, ya estamos en Flagstaff, la puerta de entrada al Gran Cañón del Colorado... que no está en Colorado, sino en Arizona.
En esta ciudad nos vamos a quedar tres noches, hay mucho que ver y que hacer. Pero ya lo contaré en otra entrada.
Por ahora todo va bien, no hemos tenido ningún problema, más allá del cachondeo con el coche de alquiler.
Mi hermano alquiló un coche de alquiler en Miami, y al día siguiente lo tuvo que cambiar porque el sistema eléctrico se había vuelto loco. Él cree que fue debido al cable "de los chinos" que usa para recargar el teléfono móvil.
Mi hermano me recogió el sábado por la tarde en el aeropuerto de Dallas-Fort Worth, ¡menudo aeropuerto!, como dijo mi hermano, parece una ciudad dentro de una ciudad, pero no por la terminal en sí (en realidad son varias terminales conectadas por un tren aéreo), sino por el sistema de carreteras internas que conforman el área del aeropuerto. Por cierto, ¿cuánto costó el parking del aeropuerto? ¿Más caro que Alicante? Pues no, 40 minutos costó $1... creo que en Alicante habría sido más de 1€.
El coche es un Chevrolet Impala, dejo una foto porque es un coche impresionante, motor V6 de 250 caballos, automático de 6 marchas:
Este coche lleva un indicador del porcentaje de tiempo que queda hasta el siguiente cambio de aceite. A mi hermano se lo dieron con un 25% y cuando me recogió estaba ya en el 15%. Como el coche lo vamos a exprimir, decidimos cambiarlo, ya que con ese 15% no llegábamos a Utah. Así que esa noche llamamos a la compañía de alquiler, Dollar, y después de 20 minutos hablando por teléfono (número gratuito), nos dieron la dirección de una oficina a la que fuimos para que nos cambiasen el coche. Cogimos el mismo modelo, pero esta vez con el cambio de aceite recién hecho (100%). Por cierto, ya lo hemos bajado al 87%.
Pero este coche también tiene un problema, y de ahí lo del "cachondeo del coche de alquiler". Resulta que este modelo lleva un medidor de presión de cada rueda que aparece en el cuadro de mandos del conductor. Hemos estado dos días como locos con la presión de las ruedas (inflándolas y desinflándolas), hasta que al final hemos descubierto que están los sensores cruzados: cuando en pantalla dice "rueda delantera izquierda", en realidad se corresponde con la "trasera derecha", y así con todas las ruedas, todas están cambiadas.
¿Y esto es importante? No necesitas eso para hinchar las ruedas, en España pocos coches llevan eso... Pues aquí sí, o deben de tener algún truco para hinchar las ruedas, porque mira que hemos visitados gasolineras, y ninguna tenía aire con manómetro, todas son un sistema automático en el que enchufas la manguera de aire del compresor... y punto. Pero, ¿cómo se comprueba la presión? Ni idea, es un misterio, ¿será que todos los coches tienen el sistema para medir la presión de cada rueda?
El coche tiene casi 40.000 km, y aunque es de alquiler, va de maravilla. Y bueno, el cambio automático y el control de velocidad, ¡otra maravilla! Y si a eso le sumas que aquí, en general, la gente es muy respetuosa a la hora de conducir, puedes imaginar que conducir no es nada estresante.
Eso sí, cuando llegas a una ciudad, si no tienes un GPS, estás perdido. ¡Menudo lío de carreteras, unas para arriba, otras para abajo!
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