- Por ahora no necesito realmente el teléfono móvil, ya que no tengo mucha vida social, pero nunca se sabe...
- Para operar con mi banco de España por Internet sí que necesito un teléfono móvil, ya que cuando intento realizar una operación, me envían un código al teléfono móvil.
- El teléfono me lo he comprado por Internet de la compañía T-Mobile (pertenece al grupo Deutsche Telekom), y no lo podía pagar con una tarjeta de España, me exigían que la dirección de la tarjeta estuviese en Estados Unidos.
- Así que me tuve que abrir una cuenta en un banco americano para poder tener una tarjeta de aquí y así poder pagar el teléfono. ¡Menudo lío!
Y ahora viene lo más complicado: ¿qué tarifa elegir? Aquí tienen como en España diferentes modalidades:
- Tienen contratos individuales y contratos familiares, ambos con permanencia.
- Tienen contratos de prepago, que son como contratos normales pero sin permanencia.
- Tienen un sistema llamado Pay as you go, en el que compras minutos (desde $10 por 30 minutos, el minuto sale a 33 céntimos, hasta $100 por 1000 minutos y el minuto sale a 10 céntimos). Pero aquí ya empiezan las "cosas raras": tanto enviar como recibir un SMS cuesta 10 céntimos. ¿Cómo? ¿Tienes que pagar por recibir un SMS?
- Tienen un sistema llamado Pay by the Day, que es el que yo me he pillado. Con este se paga por día: si un día no usas el teléfono, no pagas nada. Puedes pagar $1, $2 o $3 por día, y recibes cada vez más prestaciones (llamadas ilimitadas, mayor transferencia de datos). Pero aquí también pagas cuando recibes un SMS, por lo que si recibes, por ejemplo, un SMS de publicidad, o en mi caso, un SMS del banco, me cobrarán.
Esto me parece muy, muy extraño, así que me he puesto en contacto con T-Mobile para confirmarlo y quejarme. Y bueno, como era de esperar, "es lo que hay y todas las operadoras hacen lo mismo".
Aquí está la conversación que he mantenido con un agente de T-Mobile a través de un chat.
Este descubrimiento "tan tonto" me ha hecho replantearme lo de comprarme un coche de segunda mano. Estamos acostumbrados a que las cosas sean de una forma... pero no es así en todo el mundo. ¿Cómo funcionará la compra/venta? ¿Qué garantía tengo cuando compro un coche de segunda mano? ¿Cómo funcionan los seguros? ¿Tengo que pagar el equivalente al impuesto de circulación? ¿Me pedirán el número de la seguridad social (SSN) y como no tengo, empezarán los líos?
Así que, casi seguro que descarto esa idea y optaré por alquilar un coche algún fin de semana.
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