Entre Atlanta y Jacksonville

El miércoles 6 de marzo estuvimos en Atlanta.

La noche anterior ya habíamos dado una vuelta por el centro de la ciudad. Algunos rascacielos, varios hoteles de lujo (Hilton, Marriot, Hyatt), pero la ciudad en sí, como casi todas las grandes ciudades norteamericanas que he visto hasta ahora: vacía, sin vida, inhumana.

Por la mañana fuimos a Georgia Aquarium, que dicen que es el mayor del mundo. No sé, no sé, he estado en el Oceanogràfic en Valencia (el más grande de Europa) y en el Oceanário de Lisboa (el segundo más grande), y el de Georgia no me parece mucho más grande. Pero lo sea o no lo sea, la visita vale la pena. Además de ver las diferentes "peceras", pudimos ver un espectáculo un poco tontorrón llamado Dolphin Tales: los delfines muy bien, pero la historia de los piratas, una tontería.

Después de comer fuimos a visitar la "otra" destilería... ¡la Coca-Cola! Sí, Coca-Cola tiene sus cuarteles generales en Atlanta, y visitamos el museo de la Coca-Cola: World of Coca-Cola.

En los exteriores me tomé una Coca-Cola que me ofreció John Pemberton, su inventor:

El museo es muy interesante. Además de repasar los orígenes de la Coca-Cola, su evolución y su conquista del mundo, repasa muchas anécdotas y leyendas urbanas, como la de que la Coca-Cola nació en un pueblo de Valencia:

Y también se repasa el impacto que ha tenido Coca-Cola en la cultura popular. Y claro, hay un apartado dedicado a los anuncios de Coca-Cola, en el que se puede ver este famoso del año 1971:



Aunque mejor el anuncio alternativo realizado por mi hermano:


Y al final del museo nos esperaba el premio gordo: ¡un montón de máquinas de refrescos en las que podías beber todo lo que quisieras! Podías probar 100 bebidas distintas que la compañía Coca-Cola fabrica por todo el mundo:

¡Buffff, para ponerse malo!

Lo que más me gustó del museo fue la historia de la nueva Coca-Cola. La había oído, pero no la conocía con detalle. En 1985, justo cuando se cumplían 100 años del nacimiento de la Coca-Cola, y como Pepsi le estaba ganando terreno a la Coca-Cola, en Atlanta decidieron cambiar la famosa fórmula secreta y crearon "New Coke", la nueva Coca-Cola.

Se presentó con mucha fanfarria, pero el fiasco fue total. La gente no tardó en rechazarla, la mayoría se sentía traicionada, como si le hubieran robado algo muy suyo. El asunto se convirtió en un problema nacional, hubo hasta denuncias en los juzgados, y antes de que hubiesen pasado tres meses, Coca-Cola recuperó la vieja Coca-Cola con el nombre de "Coca-Cola Classic".

Lo que en un principio podría haber sido el mayor fracaso empresarial de la historia se convirtió, sin embargo, en un éxito: Coca-Cola recuperó el terreno perdido frente a Pepsi y volvió a ser el número uno de las bebidas azucaradas. Durante unos años, las dos Coca-Colas convivieron en el mercado, hasta que New Coke fue retirada totalmente del mercado. Coca-Cola Classic siguió con ese nombre en el mercado unos años más, pero finalmente el adjetivo Classic también desapareció y todo volvió a como estaba a principios de 1985.

Lo más curioso de esta historia es que en las pruebas ciegas, cuando a la gente se le daba a probar la nueva Coca-Cola, la Coca-Cola de toda la vida y Pepsi-Cola, la nueva Coca-Cola ganaba a las otras dos. ¿Curioso, verdad?

Me gustan las palabras que pronunció Donald Keough, presidente de Coca-Cola, 79 días después de introducir la nueva Coca-Cola, cuando anunció el regreso de la Coca-Cola de toda la vida:

“Our boss is the consumer. Some critics say Coca-Cola has made a marketing mistake. And some cynics say that we planned the whole thing. The truth is, we’re not that dumb, and we’re not that smart.”

Traducción:

"Nuestro jefe es el consumidor. Algunos críticos dicen que Coca-Cola ha cometido un error de marketing. Y algunos cínicos dicen que lo planeamos todo. La verdad es que no somos tan tontos, y no somos tan listos."

Me parece una historia increíble, y las palabras del presidente de Coca-Cola, para enmarcarlas.

En el siguiente vídeo lo podemos escuchar, lo dice en el último minuto:



Después de la visita al mundo de la Coca-Cola retomamos el viaje para acercarnos un poco más a Miami. Pero antes de salir de Atlanta nos llevamos un pequeño susto: nos paró la policía.

Todo fue porque se supone que hicimos un giro que no estaba permitido. Primero nos paró un coche de la policía, pero la situación era un poco rara: estábamos parados en una calle donde no se podía parar y del coche de policía no venía nadie. Así que pasado 1 minuto reiniciamos la marcha. Pero entonces se montó el lío: apareció otro coche de policía. Varios policías se acercaron por ambos lados de nuestro coche, como en las películas. Le explicamos lo que había pasado, miraron el asiento trasero del coche, nos pidieron todos los papeles y el pasaporte, los comprobaron y, finalmente, nos dejaron ir sin ninguna multa.

¡Buffff, por pelos! Ya me veía cantando la canción de Cops en la cárcel del sheriff de Atlanta:

Bad boys, whatcha want
Watcha want, whatcha gonna do?
When sheriff John Brown come for you
Tell me whatcha wanna do, whatcha gonna do? 

Bad boys, bad boys whatcha gonna do?
Whatcha gonna do when they come for you?
Bad boys, bad boys whatcha gonna do?
Whatcha gonna do when they come for you?

Y es que aquí en Estados Unidos la policía "no se corta": hace unos días detuvieron a la actriz Reese Witherspoon y a su marido porque éste conducía de forma errática. Y la policía no tiene miramientos: ahí está el vídeo de Reese Witherspoon llegando a la comisaría esposada. Este vídeo no ha sido "robado", ha sido publicado por la policía de Atlanta. En la noticia podemos leer que este vídeo podría ser el tráiler de su próxima película "Resacón en Atlanta" (por las otras películas Resacón en Las Vegas y Resacón 2 ¡Ahora en Tailandia!).